La evolución del pino y sus efectos sobre el suelo fueron expuestos en un recorrido que autoridades de organismos privados y gubernamentales realizaron por las instalaciones de ACOSA S.A
Con un patrimonio forestal de 18000 hectáreas, ACOSA S.A, con 33 años de trayectoria, es la industria forestal más grande de Ecuador. Mientras que el 30% de sus tierras está destinado a áreas protegidas para la conservación de ecosistemas propios de la zona, conservación de bosque nativo, protección de cuencas hidrográficas y otros beneficios ambientales, la gran mayoría de estas está ocupada con plantaciones de pino radiata y pátula.
Durante la visita, el Ingeniero Juan Carlos Carracedo (Subgerente de Patrimonio) expuso el proceso de desarrollo de las plantaciones de pino y la forma en que ACOSA maneja la plantación y la evolución dicho tipo de especie forestal.
“Es importante que la gente entienda que la inversión forestal es a largo plazo” – comenta Carracedo, mientras explica que el tiempo que lleva tener un bosque adulto de pino es de 20 años.
El pino ha sido mitificado como especie forestal dañina. Carracedo indicó que éste, muchas veces, se ve como una especie forestal que causa efectos negativos sobre la tierra; pero, en realidad, lo que produce es una reactivación biológica beneficiosa que podría llevar una ventaja enorme comparada con la de otras especies forestales.
Los actores involucrados en la actividad forestal y la toma de decisiones respecto a esta, pudieron conocer las situaciones in situ y dialogar acerca de puntos que deberían tomarse en cuenta a las puertas de la discusión de un nuevo proyecto de Ley Forestal en Ecuador por parte de los legisladores, en los próximos días.
Redacción: COMAFORS/Ecuador Forestal